Se trata de una vitrina antiquísima que restauré y utilicé como marco de la obra . Dentro la llené de cacharros hechos con acuarela y adorné sus estantes con puntillas de Camariñas acuareladas también . Es un trabajo imaginario , me inventé la vajilla que contiene . Las puntillas, copiadas del natural.
Las dos acuarelas son de 95 x 75 cms. cada una . Una vez hechas, las monté de manera que pareciera que están dentro. La vitrina posee su llave en la propia cerradura . Por todo ello, considero que es un trampantojo .
Aquellas Vitrinas que albergaron cristalerías que reunieron alrededor de la mesa a familiares y amigos… Son las vitrinas lugares en donde se guardan cacharros que, en esta época de pandemia, mantenemos en reposo por la ausencia de reuniones… Cuántas conversaciones de sobremesa, muchos encuentros entrañables y celebraciones familiares… Y siempre una vitrina dispuesta a guardar la porcelana acariciada por los encajes sobre lino que cubren sus estantes y que primorosamente el ama de casa se encargó de coser, lavar, planchar y colocar. Son muebles prácticos a los que incluso se les toma cariño…porque al abrirlos «huelen a madera y abuelos». Yo me resistí a deshacerme de las puertas de esta vitrina de mis antepasados y que guardé en un trastero durante años.
El confinamiento me permitió dedicarle tiempo. Ahora, vuelve a estar llena de esos recipientes que, con mis pinceles y pigmentos intenté reproducir. Ellas, las puertas, son el mejor marco para un recuerdo y así queda inmortalizado… «Aquella vitrina con encaje y porcelana» en acuarela sobre papel