Gerardo Diego, Cántabro de pro, y quien también se inició en la pintura y la música dejó que el mar le dictase este poema.
Animaría ahora a quien así lo quiera a que busque un cuadro y se fije en él y no en mi, no sólo porque de seguro la vista será mucho más agradable, sino por intentar acompañar las palabras de mar con “mar a la vista» … (por favor) … Procedamos pues …
Pues nada más podemos añadir. Agradeceros nuevamente vuestra presencia, encarecidamente vuestra paciencia e invitaros a brindar… por estas escenas de mar.